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01.
La terapia individual está indicada para la resolución de conflictos personales. A través de ella podremos comprender profundamente las situaciones, conductas y/o emociones que detonan conflictos en nuestra vida. De esta manera, abordaremos el origen y proyectaremos una solución que nos permita un sano desarrollo personal, libertad a la hora de tomar decisiones y un consecuente fortalecimiento de la autoestima.
Temas comunes a resolver en las terapias individuales pueden ser:
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Ansiedad.
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Trastornos de la alimentación.
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Desarraigo.
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Inseguridades y baja autoestima.
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Depresión.
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Fobias.
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Duelos.
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Adicciones.
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Abusos infantiles.
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Maltratos laborales.
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Maltratos de género
02.
La terapia para parejas promueve el bienestar conjunto de ambos individuos para que, como resultado, la pareja reduzca las discusiones, resuelva conflictos, problemas, recupere la confianza y el respeto por el otro . En primera instancia, nos focalizaremos en obtener una mejor comunicación, fluida y honesta. Mediante técnicas terapéuticas abordaremos las causas y consecuencias de la crisis que atraviesa la relación. Comprenderemos las necesidades del otro, resolviendo y aplacando el grito del ego personal. Aprenderemos a aceptar y a amar al otro, tal cual es, amar desde la libertad, y entender que el otro no nos perteneces, solo elige acompañarnos.
03.
Los preadolescentes y adolescentes, en algún momento de su desarrollo, deben enfrentar problemas, a veces, acordes a su edad, y otras, derivadas del entorno familiar o social. Para ello, necesitan asistencia y acompañamiento para poder resolverlos adecuadamente.
Dichas situaciones, frecuentemente, se manifiestan con problemas de conducta y comportamiento, problemas de comunicación y sociabilidad, dificultades en el aprendizaje y/o rendimiento escolar. Otras veces, producen tristezas, enojos, estrés, baja autoestima y timidez extrema.
Algunas de las afecciones a tratar:
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Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
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Depresión.
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TOC y ansiedad.
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Trastornos de la alimentación.
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Autolesiones.
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Trastornos relacionados con un trauma.
A través de la terapia construiremos un entorno donde el adolescente se sienta seguro y, fortaleciendo su autoestima, se facilite la comunicación y expresión con los padres y el ambiente social donde actúa.
Hablando empieza el proceso de sanación y los sentimientos comienzan a aflorar naturalmente. Mediante los encuentros en terapia aprenden a escuchar, a compartir, a ser pacientes, a resolver problemas propios de la edad y a enfrentar los primeros fracasos.
04.
El desarraigo es la acción de arrancar algo de raíz. Puede ser doloroso y también traumático. El inmigrante sufre una crisis de identidad, ya que el desarraigo implica la pérdida de las raíces sociales, culturales y familiares. Si el conflicto no se trata puede traer consecuencias en la vida emocional de las personas, sus familias y sus grupos de pertenencia.
La persona que emigra enfrentará la realidad de empezar su vida desde cero, y la ineludible necesidad de reinventarse a sí misma. Deberá utilizar sus recursos de adaptación al cambio, a lo nuevo y desconocido. Surgirán problemas donde su capacidad de gestionar y resolverlos se hará manifiesta. Que el cambio cueste, es completamente normal y ¡pedir ayuda profesional es un buen camino para enfrentarlo!
Terapia para adultos que emigran:
La terapia de apoyo para adultos que emigran se basa en brindar sostén y ayuda para iniciar una nueva vida, insertarse y adaptarse cultural y socialmente en una sociedad, que no siempre acoge como deseamos. También, nos ayudará a comprender que el sentimiento de tristeza que nos inunda cuando miramos hacia lo que dejamos atrás, es similar a un duelo, el duelo migratorio.
Terapia para niños y adolescentes que emigran:
En relación a los niños y adolescentes, no debemos restarles atención, ellos también dejan atrás amigos, familia (primos, abuelos, a veces, hermanos) y el lugar donde han crecido y compartido los primeros años de su vida, su ambiente escolar. Hacer terapia les brindará apoyo, los ayudará expresarse tanto con sus padres como en su nuevo entorno social y a adpatarse a una nueva situación escolar, que muchas veces, no resulta fácil porque hasta puede implicar un cambio, no solo de costumbres, sino también del idioma.